RESCATANDO UNAS PLANTAS DE ALOE VERA

Paseando por el centro de Granada, me encontré tiradas en una papelera unas plantas de aloe vera, las recogí y decidí plantarlas cuando tuviera tiempo. Esta es la historia en fotos.

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CAE UN ARBOL EN AVD. DE CONSTITUCION

Nos avisaron de la caida de uno de los árboles de constitución cercano a Hacienda.

No se conocen las causas, pero como ya sabemos, las raices de éste y otros muchos estuvieron al aire durante meses, así que no sería de extrañar que esta fuera la causa...

EL PUENTE DE BOLA DE ORO A DIA DE HOY

Tristemente parece ir materializándose un puente para acabar con el paseo peatonal de la fuente de la bicha.

Tráfico, ruido, contaminación contra voces de los niños jugando, sonidos del rio, aire más limpio...

(haz click para agrandar la foto que nos envía Javier Egea)

VEGA: PROTECCIÓN, DINAMIZACIÓN Y PACTO

FRANCISCO CÁCERES Y JUAN MANUEL LÓPEZ/SALVEMOS LA VEGA

DE los tres elementos del territorio con los que los granadinos metropolitanos se sienten más identificados; Alhambra, Sierra y Vega, es el futuro de éste último el que está en debate permanente. ¿Por qué? ¿Es que no damos con el encaje de la Vega en el área metropolitana? Para clarificarnos hagamos un poco de historia de los pasos dados en la última década. El Plan de Ordenación metropolitano (POTAUG), firmado por administraciones y partidos reconocía los valores de la Vega y protegía una parte de ella de los peligros de la especulación urbanística. Hace dos años la Comisión de la Vega creada por Diputación concluía pidiendo una figura de protección adecuada y apuntaba medidas económicas para dinamizarla. Por su parte, colectivos sociales, ambientales, agrarios, etc., hemos pedido protección eficaz para la Vega (Sitio Histórico y crear después la figura de Parque Agrario y Cultural) e impulsado un Plan con medidas agrarias, turísticas, culturales, ambientales, etc., muy concretas para que la Vega cree riqueza y trabajo y sea disfrutada por los granadinos.

Visto esto, está claro que hay un consenso en el diagnóstico; frente a un territorio metropolitano cada vez más cementado y atascado necesitamos la Vega, aparte de como recurso productivo, como patrimonio cultural y paisajístico que presta importantes servicios ambientales a los granadinos. Hay unanimidad en que para ello se necesita una clara protección y una dinamización integral. Hay un plan o planes para desarrollar la vega de forma sostenible. Y por si era poco, hay una clara complicidad de los ciudadanos en defensa de su Vega. Si está todo tan claro y hay consenso ¿por qué seguimos debatiendo? ¿Por qué a pesar de «la vega no se toca» ésta corre serio peligro? ¿qué falla? ¿Cual debe ser el siguiente paso?

Creemos que a la Vega le toca ya el tiempo de las medidas concretas. Y aquí surgen preguntas inevitables. ¿Por qué dos años después del compromiso adquirido públicamente por la Junta de Andalucía y la Diputación con las conclusiones de la comisión de la Vega no se ha impulsado aún ninguna medida para su desarrollo sostenible? ¿Por qué no ha aprobado el Parlamento andaluz una figura de protección eficaz que frene las construcciones 'legales' e ilegales en la Vega? ¿Ante el fin del ciclo del tabaco qué estrategia agrícola tiene la Junta? ¿No son las administraciones las que tienen que poner en marcha el Plan y las medidas concretas de protección y dinamización de la Vega? Son los gobernantes de las distintas administraciones los que tienen la llave y la obligación de liderar las medidas concretas que nos permitan pasar ya de las palabras a los hechos.

Hay lugar para la esperanza, para empezar le proponemos a las administraciones que, aparte de impulsar los acuerdos de la comisión de la vega y el Plan que hemos propuesto más de 200 colectivos, lean y apliquen las conclusiones de un interesante estudio sobre la agricultura en la Vega encargado por la UTDLT (Unión Territorial de Desarrollo Local) de Santa Fe al CIFAED (Centro Investigación Agricultura Ecológica). En él se apuntan las grandes posibilidades de mercado que tendría la agricultura ecológica. Junto a esto pediríamos apoyo a las investigaciones sobre cultivos competitivos en la vega abiertas por los centros de investigación agrícolas (CIFAED y CIFA). Apoyo a los trabajos desarrollados por la dirección general de Agricultura Ecológica, las cooperativas integradas en GRAECO y la red de dinamizadoras de productos ecológicos que están abriendo camino a la producción y consumo de alimentos ecológicos, que ya se sirven en muchos hospitales y comedores escolares. Apoyo al trabajo de FAECA con el cooperativismo agrario. Impulsar todo esto dinamizaría la Vega.

Más fuerza tendrían aún las medidas si fuéramos capaces de acordar un pacto por la Vega. De él hablamos hace años, ahora lo hace el PSOE. Por nuestra parte, después de una ronda de entrevistas con los partidos políticos -nos falta el PSOE- y con algunas administraciones estamos convencidos de que ese pacto sería posible. Es cierto que la última propuesta (un Central Park en la zona Sur) ofrece incertidumbres, al menos hasta que no la conozcamos en profundidad; porque además de su inviabilidad económica (¿qué cantidad de funcionarios-jardineros harán falta para mantener 527 Has. de parque?), no parece que un modelo anglosajón respete las señas de identidad de la Vega. Pensamos que no hace falta parque; el parque es la vega cultivada. De todas formas creemos que la 'voluntad' expresada por este partido para «liderar un plan de la Vega» en una reunión de sus dirigentes el verano pasado presagian la posibilidad de un pacto por la Vega.

Es posible que haya personas que crean que los problemas de la Vega no tiene solución. A ellos les pediríamos que repitan un ejercicio tantas veces realizado por los andaluces; compararse con los catalanes. Así podrán ver que 13 ayuntamientos crearon el parque agrícola del Bajo Llobregat. Hoy surten de alimentos sanos y frescos a Cataluña. ¿No es posible hacer lo mismo aquí con la Vega de Granada que tiene suelos mucho más ricos? Preguntado el gerente de ese parque sobre cómo fue posible poner de acuerdo a ayuntamientos, partidos y agricultores, nos respondió que hubo un gobernante que se creyó el proyecto. Era el andaluz de Iznájar José Montilla, hoy Presidente de la Generalitat; ¿Hay en Granada algún gobernante, sea del partido que sea, que crea en las posibilidades de la Vega? Falta nos hace. Nosotros lo apoyaríamos; nuestros nietos se lo agradecerían.

PODAR CONTRA LOS ARBOLES

El siguiente texto habla de las podas mal ejecutadas en Madrid, pero bien podría estar hablando de Granada, como referimos en este otro artículo.

















Los expertos consideran dañinos los cortes ornamentales severos que se realizan en algunos barrios de Madrid

Dar respuesta a la pregunta de cómo y por qué se podan tan mal los árboles en numerosas zonas de Madrid no es tarea simple. Requiere explicar un asunto donde intervienen factores botánicos, estéticos, económicos y de política municipal. Hay muchas opiniones. Pero lo evidente es que el malestar sobre este asunto es un hecho probado.

La decisión del fiscal de Medio Ambiente, Emilio Valerio, adoptada este miércoles, así lo demuestra: pretende que la Guardia Civil vigile la poda en Madrid para evitar el daño cruel y arbitrario a los árboles ornamentales de la ciudad.

Según el experto Kennet W. Allen, autor de un libro sobre la poda ornamental editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el Jardín Botánio de Madrid, la meta es que cada árbol de sombra conserve tras su poda el aspecto de no haber sido podado nunca, de forma que permita el disfrute de su belleza natural, su porte y follaje. La contradicción comprobada en Madrid tras las podas recientes en zonas como las calles de Doctor Esquerdo, Caramuel, barrios como San Blas, Arganzuela o Moratalaz, por citar algunos ejemplos, es que la severidad de las podas en rarísimas ocasiones permite al árbol mostrarse ni bello ni natural tras aquéllas.

Las razones para podar un árbol ornamental son de distintos tipos: la seguridad de las personas o bienes que lo circundan; la salud del árbol; la estética urbana y la necesidad de orientar su crecimiento. A lo largo de siglos, los árboles han desarrollado complejos y eficaces sistemas de autoprotección", señala el experto, "que les permiten sobrevivir incluso ante cambios climáticos muy adversos". Sin embargo, está muy exendido el prejuicio que vincula poda severa y crecimiento del árbol de una manera automática. Es falso.

Allen, que pasa por ser una de las principales autoridades en esa materia, dice que, de no existir un motivo claro para acometer la poda, ésta debe eludirse.

Y ello porque la poda implica una herida vegetal en la superficie de las ramas o de la corteza del árbol que constituye un foco potencial de infección y pudrimiento, mayor cuanto mayor es la superficie del corte aplicado.

Podar un árbol convulsiona la armonía interna del vegetal, destacadamente la circulación de su savia, de tal manera que trata velozmente de acelerar la producción de madera, de frutos y hojaspara cubrir cuanto antes el déficit de lignina, componente básico de la madera, y de espacio foliar que los cortes de la poda le han ocasionado. Desde la superficie foliar de su tamaño inicial, el árbol se alimenta de la luz que transforma en verdor, en madera y libera oxígeno (un plátano de 12 metros de altura y copa correspondiente, por ejemplo, vierte diariamente 1,7 metros cúbicos de oxígeno puro).

Tanto la madera como las hojas surgidas tras la poda severa son de menor calidad y de peor textura que las eliminadas. La rápida floración generada tras una poda rigurosa constituye una solución vegetal de emergencia que, a la larga, fatiga al árbol en su conjunto y daña su desarrollo, sobre todo en su dimensión ornamental. De esta manera, un podador equivocado puede arruinar con su hacha o su motosierra en tan sólo unos cuantos segundos la compleja maquinaria defensiva con la que estos vegetales superiores se han dotado durante siglos de silenciosa adaptación. Desde la amputación de meristemos, hasta el corte horizontal del tronco, bastidor natural robusto sobre el que el árbol se soporta, las agresiones contra los árboles adoptan en Madrid formas lamentables.

Basta con dar un paseo por Alfonso XII o el antiguo Parque Sindical. Por contra, podas correctas cabe ver en tramos de la avenida de la Ciudad de Barcelona. Es preciso tener en cuenta que el árbol ornamental no precisa de la proliferación de frutos, como es el caso de los árboles frutales, adaptados a esta producción y podados en consecuencia. La demanda de árboles de sombra en la ciudad obedece a su función purificadora de la atmósfera, a su producción de frescor y abrigo, así como a su belleza.

"Un árbol, con su copa henchida de hojas, su porte erguido y su frescura, es capaz de humanizar los grandes espacios urbanos donde el cemento, el asfalto y otros materiales inorgánicos se enseñorean a su antojo", según recordaba recientemente la paisajista María Medina. En la poda propia de un árbol ornamental, si se elimina una rama completa, nunca debe dejarse un muñón, destaca Tomás Lorenzo, oficial municipal de jardinería.

Los muñones albergan bacterias y hongos que, de consumar su tendencia a penetrar en el tronco del árbol, lo pudren. "Hasta un metro anual en olmos y séforas", precisa Lorenzo. El muñón impide que el tejido de la corteza aísle la herida.En la conjunción del tronco y la rama existe un engrosamiento llamado cuello de la rama. "Actúa como un medio de defensa natural del árbol: contiene agentes químicos que combaten la proliferación de hongos y bacterias", establece Kennet W. Allen. Por eso, el corte aplicado en la poda completa de una rama ha de respetar el cuello, hecho que permitirá una regeneración no traumática.

En Madrid son muy frecuentes las podas que sajan completamente el cuello de la rama (caso de la calle de Doctor Esquerdo), bien al cortar de cuajo su base y dejar liso el tronco en esa zona tratada; bien al tajar la rama a medio tallo. Este corte aleja la herida de su antídoto natural contra los agentes dañinos (véase el dibujo). En cuanto a las ramas muy pesadas, de no aplicarse una serie de cortes cautelares, su desprendimiento puede acarrear el desgarramiento de la corteza en su arrastre de caída. Ello lesiona gravemente al árbol.

Los expertos recomiendan hacer una incisión inferior en la rama gruesa, a una distancia del tronco equivalente al diámetro del cuello, y otro corte superior un poco más alejado. De esa manera, la rama se quiebra por su parte media, en una zona suficientemente distante del tronco como para impedir el desgarro indeseado. En el acortamiento de ramas, la poda ha de hacerse a la altura de una rama lateral, ya que el corte interrumpe el flujo interior de savia. Tras la sección de la rama principal, la accesoria se convertirá en la guía del crecimiento (tirasavias) y por ella discurrirá el fluido vital entre ramas y hojas, que así crecerán sanas.

El texto viene del diario El País.

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* Las fotos son de podas en Granada