ATENTADO ECOLOGICO EN LA VEGA OESTE
Destruyen el soto de la Fuente de la Reina

Quién de entre los habitantes de la Vega del Genil, sobre todo los vecinos de Santa Fe, El Jau y Chauchina, no conoce la Fuente de la Reina, lugar histórico en el que se supone que se lavaba Isabel la Católica durante los años de asedio a la ciudad de Granada. Pues bien, el pasado domingo paseando por la Fuente de la Reina y por el canal que conduce el agua desde dicha fuente hasta la poza de la Gallineta y desde allí se distribuye por distintos campos de cultivo, huyendo del calor, me quedé estupefacto al encontrar el soto que bordeaba el canal en todo su recorrido totalmente destruido salvo una parte que estaba ya amenazada por la máquina excavadora pero que aún se mantenía con la vegetación natural debido a que era domingo y no se trabajaba.
El soto, que llevaba 15 años recuperándose de la “limpieza” que le dieron en 1992, constaba de sauces (al menos dos especies), olmos, tarajes, cañaverales, zarzas, saúcos, y un largo etcétera entre herbáceas y arbustos de bajo porte. Algunos árboles habían alcanzado un porte considerable. En el soto había tejoneras y zorreras, y criaban numerosas especies de aves insectívoras que, recordemos, están protegidas por las leyes españolas (cochines, currucas cabecinegras y capirotadas, ruiseñores comunes, ruiseñores bastardos, zarceros comunes, mosquiteros papialbos, etc).
El soto, que llevaba 15 años recuperándose de la “limpieza” que le dieron en 1992, constaba de sauces (al menos dos especies), olmos, tarajes, cañaverales, zarzas, saúcos, y un largo etcétera entre herbáceas y arbustos de bajo porte. Algunos árboles habían alcanzado un porte considerable. En el soto había tejoneras y zorreras, y criaban numerosas especies de aves insectívoras que, recordemos, están protegidas por las leyes españolas (cochines, currucas cabecinegras y capirotadas, ruiseñores comunes, ruiseñores bastardos, zarceros comunes, mosquiteros papialbos, etc).
La destrucción del soto, que acaba de producirse, se ha llevado a cabo en plena época de reproducción de las numerosas especies de aves que se pueden divisar en este espacio y que andaban alimentando ya a los pollos del año. Parece ser que la comunidad de regantes decidió que el canal estaba “sucio” de malezas y que habían de actuar. Sin embargo, la sombra que proyectaba el soto hacía que en el fondo no creciera vegetación con el suficiente volumen como para tapar el canal, conformándose un túnel de vegetación por debajo del cual podía correr libremente el agua, por lo que la destrucción carece de fundamento. Además, por la fuente de la reina ya no corre el agua debido a que el nivel freático ha bajado enormemente en la vega del Genil por sobreexplotación del recurso hídrico subterráneo y, probablemente, a que en la última “limpieza” (habría que decir destrucción) llevada a cabo en este canal se rompió el perfil de suelo que mantenía impermeable el subsuelo, aumentando así la percolación del agua.
Nuevamente estamos ante una barbarie cometida contra el medio ambiente, sin fundamento ni justificación, y no dejando que llegue a recuperarse un lugar que tenía todas las papeletas de convertirse en un rincón repleto de biodiversidad, con carácter natural, refugio de especies autóctonas y de belleza abrumadora, dentro de nuestra maltratada, humanizada y cementada vega del río Genil.
Sergio de Haro Guijarro, Voluntariado Ambiental de Santa Fe-AUCA
Etiquetas: Vega