Estamos asistiendo en estos días al lamentable espectáculo del desalojo a tracazos de los pájaros que habitaban la Plaza Bib-Rambla y otras plazas granadinas: verdecillos, petirrojos, lavanderas, tórtolas, cotorritas, estorninos... que mueren con los tímpanos reventados, se estrellan unos contra otros, o lossupervivientes huyen despavoridos sin acertar a comprender el porqué de las tremendas detonaciones que, además de a los pájaros, vienen molestando gravemente a todo el vecindario.
Muchos de estos pajarillos, algunas de cuyas especies están protegidas por ley, hacen miles de kilómetros para venir a Granada cada invierno, desde el Norte de Europa, y se vienen observando e incluso censando aquí desde hace casi dos siglos. En el caso de los petirrojos es más que probable, dada su fragilidad y pequeño tamaño, que estén muriendo con las detonaciones.
Semejante espectáculo no se había presenciado jamás en Granada, una ciudad en la que se fundó una de las primeras Sociedades Protectoras de Animales y Plantas de España. Puede que los estorninos hayan causado alguna molestia, ya que las talas y las quemas de árboles son una lacra de este país, y finalmente se están viendo obligados a refugiarse en las ciudades. Pero sólo pasan aquí tres meses.
Alguna vez han manchado la ropa tendida en mi azotea... pero no se han orinado ni defecado en la entrada de mi casa ni me han llenado de pintadas la puerta como han hecho los humanos. Ni los he visto estrellar botellas, dejando la calle arrasada y llena de basuras, ni destrozar bancos, quemar papeleras, romper árboles...
Qué intransigentes somos con los seres más indefensos y qué permisivos con el gamberrismo y la barbarie.Comentaba Ian Gibson que uno de los espectáculos más bellos que ha contemplado es la llegada de los estorninos al atardecer. Granada es una ciudad inhabitable, hormigonada, llena de obras, de ruidos, de motos, de petardos, de basuras... pero el problema, la cabeza de turco, son los estorninos... Y los desalojamos a tracazos. Porque no votan. Esto es una vergüenza.
Carmen Pino Montes.
estorninos y otros pajaros < artículo en prensa
Etiquetas: Aves y maltrato animal