http://decrecimiento.blogspot.com/ SALVANDO ARBOLES: LA AVENIDA DE LA CONSTITUCION

martes, marzo 06, 2007

LA AVENIDA DE LA CONSTITUCION
















ME alegran el día el alba, el desayuno y los periódicos; la tarde, un té en amena charla aunque sean las seis. Me entristece, me agria y me enerva, sea cual sea la hora en que la contemple, la nueva Avenida de la Constitución.

Dos veces la veo cada día y dos veces se altera mi ánimo, y así ¿para siempre? Cuánta fealdad, qué afrenta al buen gusto, cuántos intereses subterráneos han podido causarlas. Aunque, en realidad, sean cuales sean las razones que aleguen, el resultado es el mismo: un adefesio.

Sólo han dejado incólume el Veleta; la avenida lo sigue enmarcando majestuoso y limpio, al menos hasta las elecciones porque ya no da tiempo, después ya habrá ocasión de enmascararlo.Túmulos funerarios, cenotafios con coches, templetes para vehículos, catafalcos horrendos de piedra a lado y lado parece lo que han puesto.

Para que no falte nada a la desolación, hasta una elevación mayor que han construido semeja la capilla del camposanto. Arbolillos raquíticos, plantitas enanas o cubiertas de piedra hacen de tejadillos de las tumbas. Sólo así se pueden disimular respiraderos, iluminación natural, refrigeración y otras mil gaitas del aparcamiento que, camuflados en este caos, jalonan todo el paseo. Si aquí no podía construirse porque iba a ser peor el remedio que la enfermedad, «en los llanos de Armilla », como siempre se ha dicho.

Justificarán el desbarajuste como un nuevo diseño moderno y vanguardista de alarife de moda; algunos comentarios de desagrado que pronto pasarán, y una nueva marca de desprecio y de ingratitud con esta ciudad, con sus ciudadanos y con la cordura quedará para siempre en el mapa negro de los desatinos en Granada.Quién tuviera un perro guía para vendarse los ojos al pasar ante tantas agresiones a la ciudad.

Un botón, como muestra. La restauración (?) de la Cerca de Don Gonzalo, otra señal en el mapa bruno de los desaciertos, ahí sigue, ahí está. ¿No iba a hacerse tal o cual? ¿No se había llegado a un acuerdo que 'complacía' a las partes? La única solución para muchos ciudadanos es la de repartir sus encimeras a todo el que quiera renovar la cocina. Las farolas del Parque García Lorca y del Triunfo, ahí siguen pese a tanta disconformidad.

El 'palacio de cristal' de las Titas, ya se olvidó. También están ahí las horcas luminosas y los mastodónticos floripondios de la Gran Vía, ¿recreaciones de mocárabes?, colgajos de cajas de zapatos asimétricas me parecen a mí. El color del pavimento de las incorporaciones y salidas de vehículos de la vía es del mismo color que el de las aceras y no tienen señalización alguna en el suelo que lo advierta, por lo que puede ocurrir, o habrá pasado ya, que esto sea causa de accidentes; además, los semaforillos que las regulan si les da el sol o una persona más alta que tú camina a tu lado, no se ven.

Deberían corregirse estas anomalías para evitar accidentes y molestias a los paseantes y para que no exija el seguro una prima más alta que todos pagamos. Por el Salón he podido evitar pasar pero con lo leído y lo imaginado tengo bastante. El puente de la Bola de Oro, la vega, las cuevas , era sólo un botón.No parecen eficaces los métodos que utilizamos los granadinos para mostrar nuestros desacuerdos con los modos de gestión de nuestros administradores públicos porque las pruebas son evidentes, la degradación, la destrucción y la vulgaridad nos acompañan cada vez en mayor grado.

Otros caminos se imponen, en primer término, para frenar los disparates que progresivamente aumentan en número y magnitud y, a renglón seguido, para construir una ciudad y un entorno armonioso. Para hacer una ciudad habitable, bella, no hostil y especuladora. Quizá en las plataformas ciudadanas libres de contaminación política pueda estar la solución. Siempre decimos que de seguir así nuestros nietos no verán sino la sombra deforme de lo que Granada fue; si no reaccionamos, en lugar de nietos tendremos que decir hijos o, si no nos damos mucha prisa, nosotros mismos.

ANTONIO UBAGO - ideal

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

quizás el paso del tiempo, la lluvia, lo poco que puedan crecer esos árboles en sus huecos de hormigon alegren un poco esa Avd. de la Constitución, desolada y patriotica por cojones

lunes, mayo 14, 2007 8:26:00 p. m.

 

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